18 DE JUNIO DE 1915
Barbastro. Las fiestas de San Ramón
Recibimiento
Desde por la mañana van llegando a esta ciudad individuos que pertenecen al Orfeón de Graus y que a la hora de salida del tren correo a Zaragoza se reunirán en la estación para verificar su proyectada excursión a la capital aragonesa.
Grandes son los deseos de que al pasar por aquí, de regreso, pudiéramos admirar su hermosa labor, pero según nos dijo el ilustrado director, no sería posible complacernos, como se complacerían todos y cada uno de los orfeonistas, porque no puede disponerse del teatro Principal en las pocas horas que han de descansar en Barbastro, pues piensan regresar a Graus el mismo día.
Veremos si hasta entonces se pueden orillar todas las dificultades que impiden la celebración de tan deseado concierto.
La llegada del Orfeón de Graus constituyó la nota del día en la ciudad.
Se le aguardaba con expectación y simpatía y se le recibió con verdadero entusiasmo.
A la estación salieron verdaderas romerías de gente a recibir a los simpáticos viajeros y las calles céntricas a la hora de llegada del tren de Barcelona, estuvieron atestadas de público. El tren llegó a las 7'43.
Esperaban a los orfeonistas la Diputación, Ayuntamiento y Orfeón de Zaragoza.
La Diputación estaba representada por los señores Isábal, Villagrasa, Pérez Cistué y Cajal.
El Ayuntamiento por los señores Laguna Azorín, Sanz, Moyano, Velilla y Monserrat.
Del Orfeón estaban su presidente señor Orensanz y la mayor parte de los coristas con el estandarte.
Vimos también en el andén, aguardando a los gradenses, a los señores Savirán, Bruned, Español, Mateos y otros muchos.
El presidente y directores fueron presentados a las comisiones oficiales y representantes de la prensa.
[...]
Estación del Arrabal de Zaragoza. Foto tomada de "El desván de Rafael Castillejo"
Entrada en la ciudad
Cambiados los primeros saludos se organizó la entrada en la ciudad.
Rompió marcha la guardia municipal montada; seguía la banda del Hospicio interpretando pasos dobles.
Iban después los orfeonistas de Graus y Zaragoza con sus estandartes y finalmente los coches del elemento oficial, en que se ofreció asiento al presidente y directores del Orfeón de Graus.
Fue una nota pintoresca la entrada de la comitiva en la ciudad.
El Arrabal y el Puente de Piedra estaban totalmente invadidos de público.
Los gradenses daban vivas a Zaragoza y escuchaban aplausos.
La entrada se realizó por las calles de Fernando el Católico, Pilar, Alfonso, Manifestación y Democracia hasta el Ayuntamiento 1.
Los balcones de las calles por donde pasó la comitiva estaban igualmente llenos de público que tributó un cariñoso y entusiasta recibimiento a los orfeonistas.
Ayuntamiento de Zaragoza en 1915. Plaza de Santo Domingo
En la Casa Consistorial
Poco después de la ocho y cuarto llegaron los orfeonistas y comitiva oficial a la Casa Consistorial.
En el Ayuntamiento fueron recibidos los expedicionarios por los concejales señores Mainer Barnolas y Lacambra; el secretario de la corporación Sr. Berdejo y el jefe del negociado de Gobernación Sr. Bartos.
La presencia de los orfeonistas en la calle de la Democracia produjo entusiasmo indescriptible.
La muchedumbre rodeaba a los expedicionarios gradenses, la banda provincial precedía a aquellos tocando un paso doble, que era coreado por los muchachos y los vivas a Graus y Zaragoza no cesaron hasta que la comitiva y los orfeonistas entraron en el palacio municipal.
Las bellas señoritas y encantadoras niñas que forman parte del Orfeón gradense, así como las lindísimas señoritas y niñas del Orfeón Zaragozano que les acompañaban, tomaron asiento en los escaños concejiles.
Ocuparon la mesa presidencial el teniente de alcalde Sr. Laguna Azorín, el presidente de la Diputación Sr. Isábal, el presidente del Orfeón de Graus, los diputados señores Pérez Cistué, Villagrasa y Cajal y los concejales señores Moyano, Saez, Mainar, Montserrat, Lacambra y Velilla.
Los estandartes de los orfeones de Graus y Zaragoza fueron colocados detrás de la mesa presidencial.
El Sr. Laguna Azorín dió la bienvenida a los orfeonistas en nombre del alcalde y del Ayuntamiento en breve y correcto discurso, interrumpido varias veces por los aplausos y vítores, teniendo cariñoso y sentido recuerdo para la villa a cuyo historial va unido el nombre de Costa.
El señor Laguna Azorín terminó su discurso de salutación con vivas a Graus, a Zaragoza y al Orfeón gradense, que fueron contrastados por los orfeonistas con vivas a Zaragoza y a las autoridades zaragozanas.
El recibimiento que Zaragoza dispensó a los orfeonistas de Graus fue francamente afectuoso."
Heraldo de Aragón, 19 de junio de 1915.
1. El Ayuntamiento de Zaragoza en 1915 estaba en el edificio que fue Instituto de Bachillerato "Luis Buñuel" en la Plaza de Santo Domingo. La calle Democracia es ahora la calle Predicadores.
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