CENTENARIO DEL ORFEÓN DE GRAUS 1914-1918


CENTENARIO DEL ORFEÓN DE GRAUS 1914-1918

El Orfeón de Graus se creó en 1914. Por tanto se cumplen cien años de su existencia. Formaron parte de él más de 100 personas y fue todo un acontecimiento cultural y social para el Graus de la época. En este blog quiero recoger los acontecimientos más señalados de su historia, así como los del que fue su director Manuel Borguñó.

miércoles, 22 de abril de 2015

LA BENDICIÓN DEL ESTANDARTE DEL ORFEÓN

"En la mañana del 18 se celebró la bendición del estandarte de esta entidad, en medio del entusiasmo de los orfeonistas. Hubo cantos y concierto, y si no por el día metido en agua, se hubiese celebrado una alegre y animada gira campestre.

El estandarte es una hermosa joya de arte."

El Ribagorzano, 4 de mayo de 1915






 El estandarte fue confeccionado por la casa Jorba de Manresa. 

Se encuentra expuesto en el Museo de Historia y Tradición de la Ribagorza de Graus.

sábado, 4 de abril de 2015

LOS ÉXITOS DEL ORFEÓN

Representación de "Molinos de Viento"

"De verdadero acontecimiento teatral puede en justicia calificarse la función que el notable Orfeón de Graus organizó en el Ideal Cinema la noche del 4 del corriente, poniéndose en escena La última carta, la aplaudidísima y renombrada zarzuela Molinos de viento y canciones y canzonetas por las tantas veces aplaudidas señoritas Pepita Sazatornil, Conchita López, Pura Colón y Cecilia Egea.

La última carta, representada por las señoritas Ángeles Pallás, Conchita López y Rosario Gambón, y por los señores LLeida, Aguilar y López, entretuvo a los espectadores un buen rato, que se impacientaban ya por admirar cuanto antes la preciosa obra de los maestros Pascual Frutos y Pablo Luna.


Al levantarse el telón, el numerosísimo público que llenó el teatro como jamás lo habíamos visto, quedó sorprendido muy agradablemente ante la presentación del coro de aldeanos vestidos con toda propiedad ellas y ellos, formando un conjunto superior y admirable. La decoración pintada con exquisito gusto artístico, por el aplaudido pintor Cándido Latorre, producía sorprendente efecto.

El público aplaudió entusiasmado el hermoso coro, en el que el cabo Stock (señor Falches); Romo (señor López); capitán (señor González) y Margot (señorita Pepita Sazatornil), toman parte tan principal. Los aldeanos y aldeanas entre los que figuraban elementos tan valiosos como las señoritas Ángeles Pallás, Carmen Burrel, Pura Colón, Severiana Sopena, Cecilia Egea, López (F) y otras, y los jóvenes Auset, Ferrer, Martínez (Jesús), Español, Baldellou (Luis), Bardají, Pera y otros.

Los cuatro tenientes, señoritas López (C), Egea, López (F) y Gambón (R), estuvieron admirables en las dos hermosas escenas y cantaron con mucho gusto.

Superiormente la escena de las lavanderas con los aldeanos y tenientes; y muy bien cantado el coro entre bastidores de Niña nunca bebas agua del amor, etc. La serenata del capitán Alberto magistralmente cantada por don José María González, como todos los números de este, arrancaron salvas de aplausos y bravos con que el público premió la inteligente labor del señor González en la magnífica interpretación del papel del capitán.

Don Virginio Falches, en la interpretación del famoso cabo Stock, rayó a gran altura, en la que está siempre este actorazo. Hizo un marino veterano como si hubiera pasado su vida a bordo. El respetable le aplaudió mucho.

Enrique López hizo un Romo que ni dibujado por el mismo autor. La gracia y actitudes de este simpático joven son de un actor consumado y en los papeles cómicos no hay quien le meta mano. Por eso el público sabe premiar su esmerado trabajo con aplausos a granel.

Ramón Auset en el papel de Martín estuvo de primera. Carmen Torrubias hizo una Sabina como no lo hace mejor una de las características de fama.

¿Y qué diremos de Pepita Sazatornil en su papel de Margot? Cantó como los propios ángeles, sintió de verdad, e interpretó con todas las de la ley su difícil e importante papel. En las escenas con el capitán cantó como una tiple de primo cartelo. Muy bien en el número con Romo en el pasaje de la carta. Sublime en el dueto con el capitán. En una palabra, Pepita tiene alma de artista.

En fin,  todos los cuadros salieron brillantemente, y no nos cansaremos de elogiar y aplaudir sin pasión alguna la perfecta interpretación por todos los que tomaron parte en la hermosa opereta Molinos de viento. La representación de esta obra formará época en los anales del teatro gradense.

Nuestra felicitación sincera y entusiasta para todos cuantos tomaron parte en dicha representación; para el eminente maestro y director del Orfeón D. Manuel Borguñó, alma del éxito de la función; para don José Ladaga, insustituible apuntador, que contribuye no poco con su difícil trabajo al buen resultado de estas brillantes veladas; y por último vaya nuestro aplauso para el Orfeón y su junta directiva, porque sabe organizar tan aplaudidos como notables actos."

El Ribagorzano, 4 de mayo de 1915