CENTENARIO DEL ORFEÓN DE GRAUS 1914-1918


CENTENARIO DEL ORFEÓN DE GRAUS 1914-1918

El Orfeón de Graus se creó en 1914. Por tanto se cumplen cien años de su existencia. Formaron parte de él más de 100 personas y fue todo un acontecimiento cultural y social para el Graus de la época. En este blog quiero recoger los acontecimientos más señalados de su historia, así como los del que fue su director Manuel Borguñó.

domingo, 14 de septiembre de 2014

DISCURSO DE MANUEL BORGUÑÓ

El 14 de septiembre, durante la velada musical, Manuel Borguñó dijo estas palabras:

"Para no cansar la atención del distinguido público Gradense no quise el otro día extenderme en consideraciones que se deben tener en cuenta para la vida y prosperidad del Orfeón.

En los tres meses que este floreciente orfeón tiene de vida, ha superado en sus progresos a todo cuanto se podía esperar; pues me atrevo a calificar de caso único el haber dado en tan corto tiempo un  concierto que ya tiene importancia. Esto me da el convencimiento de que con el entusiasmo de todos podamos llegar a donde han llegado los más grandes orfeones.

Si Gloria y honra es para una ciudad importante tener un orfeón completo, ¿que no se dirá de culta villa que da vida a una obra de cultura al parecer solo reservada a las grandes ciudades? El orfeón dará a Graus muchos días de gloria y será un laurel más a los muchos tiene conquistados y que dan renombre a esta villa.

El orfeón es obra de todos, a la formación artística del mismo contribuimos todos por igual los ejecutantes con su talento y abnegación, los protectores con su óbolo, por lo tanto es una obra completamente popular, una corona que todos por igual habremos tejido para Graus.

Yo creo precisamente que una obra de esta índole puede recibir más impulso en una población pequeña que en una ciudad, por la sencilla razón de que en una ciudad otras distracciones, a veces malsanas, convierten en tarea difícil todo intento de regeneración artística.

Si estas instituciones solo se encuentran en las ciudades, es porque en ellas residen los llamados a dirigirlas y darles impulso.

Lo que algunos hace unos meses daban por irrealizable, se ha realizado, ya tenemos un buen nutrido orfeón compuesto de señoritas e individuos, de todas las matices sin distinción de clases y esto por si solo es un triunfo y dice mucho en favor de la cultura de esta villa, como quizá otra no se encontraría, pues en aras del arte del enaltecimiento de Graus, han prescindido de las naturales diferencias personales y políticas, para esta obra de cultura.

La obra educadora del orfeón a medida que vaya progresando se extenderá implantando otos medios instructivos.

En el invierno al calor de la estufa que nos lo hará agradable, nos dedicaremos al solfeo e impostación de las voces con lo cual nos iremos preparando para poder presentarnos ante el público selecto de las ciudades. En el año próximo podríamos visitar Barcelona y Huesca:

En Barcelona recibí excelentes impresiones y en el Centro Aragonés hay especial interés en que sea el orfeón de Graus, quien inaugure el nuevo gran edificio casa de Aragón que están construyendo.

No se necesita ser muy lince para que deduciendo de lo que se ha hecho hasta ahora, se saca el convencimiento de que nuestro orfeón, si en él se mantiene la disciplina que voluntariamente nos hemos impuesto todos, no es aventurado asegurar que obtendremos ruidosos éxitos.

Creo no está demás hacer notar que en las excursiones que se darán fuera de Graus las señoritas irán debidamente acompañadas por personas de sus respectivas familias.

Pasadas las ferias, que ya no iremos tan apresurados, dedicaremos también algún estudio a la música religiosa contemporánea con preferencia la de los grandes clásicos maestros del siglo XVII y XVIII.

Aprenderemos otras canciones populares aragonesas debidamente armonizadas con las que tendremos asegurado el éxito donde vayamos.

Estoy contento y agradecido pues hemos empezado en la época más crítica, de más trabajo y todos han respondido, y a este entusiasmo se debe el que en tan corto tiempo hayamos conseguido lo que otros no consiguen en un año.

Estoy también agradecido a los socios protectores y a las autoridades civil, militar y eclesiástica, que nos han mandado su adhesión con gratas palabras de aliento para la obra que todos hemos emprendido.

Y por último los estatutos de nuestro orfeón previenen de un modo terminante la eliminación absoluta de esta entidad en todo asunto político.

Que así será yo lo garantizo. Pues desde el primer día que tuve el honor de ponerme frente al orfeón, se ha cumplido exactamente lo que en este caso prohibe. Nada de política: mucho de arte y de instrucción que esto nos dará gloria y honor.

Y no quiero terminar sin hacer constar ante vosotros mi más profunda gratitud a este noble pueblo que ya lo considero también mío porque a él me vinculan dos perdurables motivos.

Es el uno, las atenciones y cariños que de los gradenses he recibido a poco de pisar este simpático pueblo aragonés y en especial en momentos que la desgracia me hizo ver vuestra grandeza de alma.

Y es el otro motivo que ya me ha unido a Graus para siempre, el que su tierra me guarda un pedazo de mi corazón*.

Gracias por todo y secundad mi obra para el enaltecimiento de Graus.

He dicho.

El señor Borguñó recibió una entusiasta ovación del auditorio que le aclamó al finar su discurso."

Publicado en El Ribagorzano del 30 de septiembre de 1914.

*Su hijo Guillermino murió el 7 de septiembre con 14 meses de edad. Fue enterrado en el cementerio de Graus.

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